• Utilizá lámparas de led o bajo consumo y células fotoeléctricas para controlar la iluminación eléctrica.
  • Lavá la ropa con carga completa
  • Acumulá cierta cantidad de ropa para su planchado para realizar una sola vez la misma acción de encendido y calentamiento de la plancha, que lleva consigo un consumo de energía elevado.
  • Revisá la goma de la puerta de tu heladera y asegurate que esté nivelada para que cierre bien. Si el aire frío se escapa, provoca un gasto de energía innecesario.
  • Usá el aire acondicionado en 24° y en modo automático. Mantené cerradas las puertas y ventanas para evitar filtraciones de aire. Revisá con frecuencia sus filtros.
  • Elige artefactos eficientes de clase “A”.

¡Pequeñas acciones por muchas personas producen grandes cambios!